En la imagen preliminar
se puede observar la victimización de una menor, ante varios menores, dicha ilustración
parece ser de ambientada en muchos años atrás, por tal similitud que se le
puede atribuir a inicios de hace siglos, se puede adjuntar la siguiente cita:
Las
primeras nociones victimológicas no fueron desarrolladas por criminólogos o
sociólogos, sino más bien por poetas, escritores y novelistas. Thomas de
Quincey, Khalil Gibran, Aldous Huxley, el Marqués de Sade, Franz Werfel, son
sólo algunos de los escritores que pueden ser descritos como victimólogos
literarios. (Fattah, 2014)
Como se lee en lo
anterior, la historia evolutiva de la Victimología desde sus comienzos hasta su
consolidación como una disciplina científica no solo revela un progreso del
pensamiento criminológico, sino que también destaca la influencia inesperada de
poetas, escritores y novelistas en su desarrollo los cuales fueron mencionados
en la cita anterior y donde a partir de los visionarios pioneros como Von
Hentig y B. Mendelsohn, la Victimología ha emergido como un pilar fundamental
para la construcción de un sistema de justicia renovado y equilibrado, capaz de
abordar las complejidades de la estructura social, primero que nada, el punto
de partida de esta ciencia según Fattah (2014) se encuentra en las obras
literarias de figuras como Thomas de Quincey, Khalil Gibran, Aldous Huxley y el
Marqués de Sade, dichos escritores, que a menudo eran pasados por alto en los
círculos académicos tradicionales, desempeñaron un papel crucial al explorar
las intrincadas dimensiones de ser víctima, más sin embargo, el verdadero punto
de inflexión se materializó con la obra "El criminal y su víctima" de
Hans Von Hentig en 1948.
Von Hentig desafió
audazmente la criminología convencional, que se centraba exclusivamente en el
delincuente, proponiendo un enfoque dinámico y dual que otorga a la víctima una
importancia equiparable, en su obra destaca la contribución activa de algunas
víctimas a su propia victimización, ya sea incitando a los criminales o creando
condiciones propicias para el delito, dicho enfoque provocador sirvió como
catalizador para una serie de estudios teóricos y empíricos que exploraron
diversas facetas de la relación víctima-delincuente.
Luego, la investigación
se diversificó, abordando tipos específicos de víctimas y sus roles en delitos
particulares como homicidio, violación, robo, entre otros y Von Hentig, al
introducir conceptos como negligencia, descuido, temeridad e imprudencia,
allanó el camino para una comprensión más profunda de las contribuciones de las
víctimas a su propia victimización.
Por otro lado, el término
"victimología" fue acuñado por Frederick Wertham en 1949, subrayando
la urgencia de una ciencia dedicada al estudio de las víctimas, continuando la
década de los setenta se erige como un punto de inflexión crucial para la
consolidación de la Victimología como una disciplina científica de relevancia
global, donde como menciona el autor Cuarezma Terám (s. f.) el impacto del
Primer Simposio Internacional de Victimología celebrado en Jerusalén en 1973
resonó no solo entre especialistas de diversas procedencias, sino que también
proyectó a la Victimología hacia un reconocimiento internacional merecido.
Así mismo este autor, en
paralelo a los simposios, hace mención del surgimiento de entidades e
instituciones destinadas a la asistencia integral de las víctimas, evidenciando
un cambio de paradigma en la consideración de sus derechos y necesidades, como
por ejemplo la creación de la NOVA (National Organization of Victim Assistance)
y el respaldo del Comité de Asuntos Científicos de la OTAN para la creación del
Instituto Internacional de Estudios sobre Victimología en Bellagio, Viena, en
1976, marcan hitos trascendentales. La consolidación de estos esfuerzos se
refleja en la fundación de la revista especializada "Victimology" en
1976, este fue un medio que contribuyó a la difusión y profundización de
conocimientos en el campo, seguida por el establecimiento de la Sociedad
Mundial de Victimología en 1980 y la Asociación Española de Víctimas del
Terrorismo en 1981.
El recorrido histórico anterior
logra demostrar no solo el crecimiento de la Victimología como una ciencia
reconocida, sino también el compromiso concreto hacia la atención y el
reconocimiento de los derechos de las víctimas, la afinidad de esfuerzos a
nivel internacional y la creación de instituciones especializadas subrayan el
papel fundamental que esta disciplina ha desempeñado en la comprensión y
abordaje de las experiencias de las víctimas a lo largo de los años.
Siguiendo las reflexiones
de Dadrian mencionadas en el texto, la Victimología se revela como el estudio
de los procesos sociales que desencadenan el maltrato hacia individuos y
grupos, generando problemáticas sociales y en este contexto, destaca la
importancia crucial de comprender que la prevención no debe limitarse al ámbito
criminal, sino que debe extenderse hacia una prevención centrada en las
víctimas; en otras palabras, es importante enseñar a las personas a no
convertirse en víctimas, abordando de raíz las condiciones sociales que
propician el maltrato.
Este viaje evolutivo
refleja no solo el progreso técnico y científico en el campo, sino también la
madurez y la aceptación de la Victimología en el ámbito académico, en donde
esta disciplina ha pasado de ser un rincón marginal a convertirse en un
elemento integral del estudio del crimen y la justicia, teniendo la capacidad
para desafiar las percepciones convencionales y ampliar la comprensión de las
dinámicas delictivas demostrando con ello su relevancia y contribución
significativa al panorama criminológico actual, donde la moderna Victimología,
lejos de buscar una regresión a prácticas de venganza y represalia, abraza una
respuesta institucional y serena al delito, reconociendo la complejidad del
problema criminal, alejándose de enfoques sesgados y emocionales, adoptando una
perspectiva más amplia y equilibrada para entender las dinámicas subyacentes.
Siguiendo con otro tema, en
la historia evolutiva de la Victimología, hay tres conceptos fundamentales que han
emergido como pilares esenciales: el olvido, el redescubrimiento y el
protagonismo de la víctima, Cuarezma Terám (s. f.) en su texto menciona también
estos conceptos, tomando en cuenta, dichos elementos que han transformado
radicalmente la forma en que la sociedad y la ciencia abordan el papel de
quienes han sufrido la victimización en el contexto delictivo, los podemos
explicar a continuación con nuestras propias palabras de que trata cada
concepto:
1. Olvido:
Durante mucho tiempo como
se sabe la víctima había quedado en segundo plano en la escena del crimen y la atención
era totalmente centrada en el delincuente y el análisis estático unidimensional
del mismo, pasando por alto la complejidad de la relación entre autor y víctima,
ignorando la contribución activa de la víctima a su propia victimización siendo
esta eclipsada por una visión estática del delincuente como único protagonista
en el escenario del crimen.
La superación de la
visión estática del delincuente como único actor en el escenario del crimen
implica una apertura hacia la complejidad de la relación entre autor y víctima,
dicho cambio de perspectiva no solo enriquecería la comprensión del fenómeno
criminal, sino que también destaca la importancia de considerar activamente el
papel de la víctima en el análisis criminológico.
2. Redescubrimiento:
La obra pionera de Hans
Von Hentig, especialmente en "El criminal y su víctima" (1948), marcó
un redescubrimiento crucial, este autor propuso un enfoque dinámico y dual,
sugiriendo que la víctima no es solo un sujeto pasivo, sino un elemento activo
en la fuente del delito, estos enfoques del autor llego a ser un
redescubrimiento el cual abrió las puertas a una comprensión más profunda de
las contribuciones de las víctimas a su propia victimización y conceptos como
la negligencia, el descuido y la imprudencia fueron presentados como factores
dinámicos que merecían ser considerados en el análisis de la relación entre
autor y víctima.
Este enfoque
revolucionario abre las puertas a una comprensión más profunda de las
contribuciones de las víctimas a su propia victimización, introduciendo
conceptos clave como la negligencia, el descuido y la imprudencia como factores
dinámicos que merecen ser considerados en el análisis de la relación entre
autor y víctima.
3. Protagonismo de la
Víctima:
La Victimología, como
disciplina, ha abrazado un cambio de paradigma al otorgar protagonismo a la
víctima, dicho cambio no implica una regresión a tiempos de venganza privada,
sino más bien una apreciación renovada del papel activo que puede desempeñar la
víctima en el origen del delito, el reconocer el protagonismo de la víctima
implica entender que la prevención no solo debe centrarse en el delincuente,
sino también en empoderar a las personas para que eviten situaciones propicias
para la comisión del delito.
La idea de reconocer el
protagonismo de la víctima implica un giro significativo en la perspectiva
tradicional, que solía centrarse predominantemente en el delincuente y es que al
entender que la prevención no solo debe enfocarse en la figura del delincuente,
sino también en empoderar a las personas para evitar situaciones propicias para
la comisión del delito, se destaca la importancia de dotar a las potenciales
víctimas de herramientas y conocimientos que les permitan contribuir
activamente a su propia seguridad.
Es particularmente
valioso observar cómo la Victimología se aleja de la pasividad asociada
históricamente a la víctima y la coloca como un agente activo en la prevención
del delito, siendo así este enfoque no solo amplía el espectro de la
disciplina, sino que también sugiere una comprensión más completa de la
dinámica del crimen, reconociendo la interacción entre el perpetrador y la
víctima como un factor clave.
Referencias
Bibliográficas
Imagen #1. Acontecimientos de la Victimización. Tomada de: https://www.alamy.es/imagenes/Historia-victimolog%C3%ADa.html?sortBy=relevantCuarezma Terám, S. I. (s. f.). LA VICTIMOLOGÍA. Recuperado de https://www.corteidh.or.cr/tablas/a12064.pdf
Fattah, E. A. (2014). VICTIMOLOGÍA: PASADO, PRESENTE Y FUTURO. Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología. Recuperado de http://criminet.ugr.es/recpc/16/recpc16-r2.pdf
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